La Biblia Reina Valera

Marcos 16

Lucas

Indice

Capítulo 1

1


 

  HABIENDO muchos tentado á poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas,  

 

 


2


 

  Como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron por sus ojos, y fueron ministros de la palabra;  

 

 


3


 

  Me ha parecido también á mí, después de haber entendido todas las cosas desde el principio con diligencia, escribírtelas por orden, oh muy buen Teófilo,  

 

 


4


 

  Para que conozcas la verdad de las cosas en las cuales has sido enseñado.  

 

 


5


 

  HUBO en los días de Herodes, rey de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la suerte de Abías; y su mujer, de las hijas de Aarón, llamada Elisabet.  

 

 


6


 

  Y eran ambos justos delante de Dios, andando sin reprensión en todos los mandamientos y estatutos del Señor.  

 

 


7


 

  Y no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran avanzados en días.  

 

 


8


 

  Y aconteció que ejerciendo Zacarías el sacerdocio delante de Dios por el orden de su vez,  

 

 


9


 

  Conforme á la costumbre del sacerdocio, salió en suerte á poner el incienso, entrando en el templo del Señor.  

 

 


10


 

  Y toda la multitud del pueblo estaba fuera orando á la hora del incienso.  

 

 


11


 

  Y se le apareció el ángel del Señor puesto en pie á la derecha del altar del incienso.  

 

 


12


 

  Y se turbó Zacarías viéndo le, y cayó temor sobre él.  

 

 


13


 

  Mas el ángel le dijo: Zacarías, no temas; porque tu oración ha sido oída, y tu mujer Elisabet te parirá un hijo, y llamarás su nombre Juan.  

 

 


14


 

  Y tendrás gozo y alegría, y muchos se gozarán de su nacimiento.  

 

 


15


 

  Porque será grande delante de Dios, y no beberá vino ni sidra; y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el seno de su madre.  

 

 


16


 

  Y á muchos de los hijos de Israel convertirá al Señor Dios de ellos.  

 

 


17


 

  Porque él irá delante de él con el espíritu y virtud de Elías, para convertir los corazones de los padres á los hijos, y los rebeldes á la prudencia de los justos, para aparejar al Señor un pueblo apercibido.  

 

 


18


 

  Y dijo Zacarías al ángel: ¿En qué conoceré esto? porque yo soy viejo, y mi mujer avanzada en días.  

 

 


19


 

  Y respondiendo el ángel le dijo: Yo soy Gabriel, que estoy delante de Dios; y soy enviado á hablarte, y á darte estas buenas nuevas.  

 

 


20


 

  Y he aquí estarás mudo y no podrás hablar, hasta el día que esto sea hecho, por cuanto no creíste á mis palabras, las cuales se cumplirán á su tiempo.  

 

 


21


 

  Y el pueblo estaba esperando á Zacarías, y se maravillaban de que él se detuviese en el templo.  

 

 


22


 

  Y saliendo, no les podía hablar: y entendieron que había visto visión en el templo: y él les hablaba por señas, y quedó mudo.  

 

 


23


 

  Y fué, que cumplidos los días de su oficio, se vino á su casa.  

 

 


24


 

  Y después de aquellos días concibió su mujer Elisabet, y se encubrió por cinco meses, diciendo:  

 

 


25


 

  Porque el Señor me ha hecho así en los días en que miró para quitar mi afrenta entre los hombres.  

 

 


26


 

  Y al sexto mes, el ángel Gabriel fué enviado de Dios á una ciudad de Galilea, llamada Nazaret,  

 

 


27


 

  A una virgen desposada con un varón que se llamaba José, de la casa de David: y el nombre de la virgen era María.  

 

 


28


 

  Y entrando el ángel á donde estaba, dijo, ¡Salve, muy favorecida! el Señor es contigo: bendita tú entre las mujeres.  

 

 


29


 

  Mas ella, cuando le vió, se turbó de sus palabras, y pensaba qué salutación fuese ésta.  

 

 


30


 

  Entonces el ángel le dijo: María, no temas, porque has hallado gracia cerca de Dios.  

 

 


31


 

  Y he aquí, concebirás en tu seno, y parirás un hijo, y llamarás su nombre JESUS.  

 

 


32


 

  Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo: y le dará el Señor Dios el trono de David su padre:  

 

 


33


 

  Y reinará en la casa de Jacob por siempre; y de su reino no habrá fin.  

 

 


34


 

  Entonces María dijo al ángel: ¿Cómo será esto? porque no conozco varón.  

 

 


35


 

  Y respondiendo el ángel le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la virtud del Altísimo te hará sombra; por lo cual también lo Santo que nacerá, será llamado Hijo de Dios.  

 

 


36


 

  Y he aquí, Elisabet tu parienta, también ella ha concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes á ella que es llamada la estéril:  

 

 


37


 

  Porque ninguna cosa es imposible para Dios.  

 

 


38


 

  Entonces María dijo: He aquí la sierva del Señor; hágase á mí conforme á tu palabra. Y el ángel partió de ella.  

 

 


39


 

  En aquellos días levantándose María, fué á la montaña con priesa, á una ciudad de Judá;  

 

 


40


 

  Y entró en casa de Zacarías, y saludó á Elisabet.  

 

 


41


 

  Y aconteció, que como oyó Elisabet la salutación de María, la criatura saltó en su vientre; y Elisabet fué llena del Espíritu Santo,  

 

 


42


 

  Y exclamó á gran voz, y dijo. Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre.  

 

 


43


 

  ¿Y de dónde esto á mí, que la madre de mi Señor venga á mí?  

 

 


44


 

  Porque he aquí, como llegó la voz de tu salutación á mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre.  

 

 


45


 

  Y bienaventurada la que creyó, porque se cumplirán las cosas que le fueron dichas de parte del Señor.  

 

 


46


 

  Entonces María dijo: engrandece mi alma al Señor;  

 

 


47


 

  Y mi espíritu se alegró en Dios mi Salvador,  

 

 


48


 

  Porque ha mirado á la bajeza de su criada; Porque he aquí, desde ahora me dirán bienaventurada todas las generaciones.  

 

 


49


 

  Porque me ha hecho grandes cosas el Poderoso; Y santo es su nombre.  

 

 


50


 

  Y su misericordia de generación á generación A los que le temen.  

 

 


51


 

  Hizo valentía con su brazo: Esparció los soberbios del pensamiento de su corazón.  

 

 


52


 

  Quitó los poderosos de los tronos, Y levantó á los humildes.  

 

 


53


 

  A los hambrientos hinchió de bienes; Y á los ricos envió vacíos.  

 

 


54


 

  Recibió á Israel su siervo, Acordandose de la misericordia.  

 

 


55


 

  Como habló á nuestros padres A Abraham y á su simiente para siempre.  

 

 


56


 

  Y se quedó María con ella como tres meses: después se volvió á su casa.  

 

 


57


 

  Y á Elisabet se le cumplió el tiempo de parir, y parió un hijo.  

 

 


58


 

  Y oyeron los vecinos y los parientes que Dios había hecho con ella grande misericordia, y se alegraron con ella.  

 

 


59


 

  Y aconteció, que al octavo día vinieron para circuncidar al niño; y le llamaban del nombre de su padre, Zacarías.  

 

 


60


 

  Y respondiendo su madre, dijo: No; sino Juan será llamado.  

 

 


61


 

  Y le dijeron: ¿Por qué? nadie hay en tu parentela que se llame de este nombre.  

 

 


62


 

  Y hablaron por señas á su padre, cómo le quería llamar.  

 

 


63


 

  Y demandando la tablilla, escribió, diciendo: Juan es su nombre. Y todos se maravillaron.  

 

 


64


 

  Y luego fué abierta su boca y su lengua, y habló bendiciendo á Dios.  

 

 


65


 

  Y fué un temor sobre todos los vecinos de ellos; y en todas las montañas de Judea fueron divulgadas todas estas cosas.  

 

 


66


 

  Y todos los que las oían, las conservaban en su corazón, diciendo: ¿Quién será este niño? Y la mano del Señor estaba con él.  

 

 


67


 

  Y Zacarías su padre fué lleno de Espíritu Santo, y profetizó, diciendo:  

 

 


68


 

  Bendito el Señor Dios de Israel, Que ha visitado y hecho redención á su pueblo,  

 

 


69


 

  Y nos alzó un cuerno de salvación En la casa de David su siervo,  

 

 


70


 

  Como habló por boca de sus santos profetas que fueron desde el principio:  

 

 


71


 

  Salvación de nuestros enemigos, y de mano de todos los que nos aborrecieron;  

 

 


72


 

  Para hacer misericordia con nuestros padres, Y acordándose de su santo pacto;  

 

 


73


 

  Del juramento que juró á Abraham nuestro padre, Que nos había de dar,  

 

 


74


 

  Que sin temor librados de nuestros enemigos, Le serviríamos  

 

 


75


 

  En santidad y en justicia delante de él, todos los días nuestros.  

 

 


76


 

  Y tú, niño, profeta del Altísimo serás llamado; Porque irás ante la faz del Señor, para aparejar sus caminos;  

 

 


77


 

  Dando conocimiento de salud á su pueblo, Para remisión de sus pecados,  

 

 


78


 

  Por las entrañas de misericordia de nuestro Dios, Con que nos visitó de lo alto el Oriente,  

 

 


79


 

  Para dar luz á los que habitan en tinieblas y en sombra de muerte; Para encaminar nuestros pies por camino de paz.  

 

 


80


 

  Y el niño crecía, y se fortalecía en espíritu: y estuvo en los desiertos hasta el día que se mostró á Israel.  

 

 


Lucas 2

 

 

 

 

HTMLBible Software - Public Domain Software by johnhurt.com

 


Other Items are Available At These Sites: